El cierre generalizado decretado por el Gobierno a todos aquellos comercios que no sean de alimentación, farmacias o estancos, ha llevado que la gran mayoría del comercio minorista en España tenga que echar el cierre. Una situación que en el mejor de los casos durará dos semanas, y cuyos efectos económicos aún están por cuantificar para un sector que en toda España da empleo a casi dos millones de personas.
Los especialistas en alimentación, por su parte, se han topado con una sobredemanda en las últimas semanas en Madrid que ha llevado, por ejemplo, a todo un gigante como Mercadona a suspender el servicio, mientras que el resto acumulan retrasos de más de una semana en el reparto de las entregas.
Un entorno que, a priori, puede beneficiar al gigante del comercio electrónico online, Amazon, aunque este, igual que el resto de operadores, se enfrentan durante estos días a una complicada gestión de los recursos logísticos, ya de por sí muy exigidos por la gran demanda que están recibiendo por parte de las cadenas de supermercados.
Esos camiones y transportistas que quedan liberados están siendo asignados por las compañías a responder a la demanda de las cadenas de alimentación y garantizar, de esta forma, el abastecimiento constante de las tiendas, como marca el real decreto aprobado por el gobierno.
Las grandes firmas como Inditex cuentan con unos socios logísticos, en su caso XPO, que garantizan que el servicio continúe, aunque está por ver que todos puedan cumplir los plazos de entrega inicialmente comprometidos. El presidente de la patronal logística UNO, Francisco Aranda, recordó este fin de semana que el comercio online “es una función social” y pidió “no poner trabas” a su funcionamiento.