Hay quienes dicen que el mundo de los emprendedores está plagado de locos con convicción que se atrevieron a soñar y luchar por sus ideas, a quienes su ambición por el logro los conduce a asumir riesgos y tomar rumbos en ocasiones quijotescos, que despiertan escepticismo y algo de desconfianza para quienes los rodean.